Gracias por tu paciencia. Gracias por parecerte a mi. Gracias por ayudarme a levantarme cada vez que me he caido. Gracias por conocerme. Gracias por pensar lo mismo que yo. Gracias por ser la persona con la que compartir la nocilla de dos sabores. Gracias por aconsejarme lo mejor posible. Gracias por intentar hacerme entrar en razón, aunque a veces sea muy dificil. Gracias por cada sonrisa. Gracias por secarme las lágrimas. Gracias por todo lo que has hecho por mí. Gracias por ser como eres. Gracias por simplente estar ahí, siempre, haga falta o no. Gracias.